La solidaridad está en los barrios
Karmela se ha convertido en el refugio de los más de 100 migrantes llegados hace unos meses a Bilbao y que, gracias a la solidaridad de los barrios, hoy tienen la esperanza de poder integrarse en la sociedad. Tras pasar por Atxuri y Bilbao La Vieja, ahora llegan a Santutxu, y pernoctarán en los locales de Karmela. Ante la pasividad institucional, la respuesta popular se ha plasmado en Harrera Auzoak, una iniciativa autogestionada que busca convertir a Bilbao en una ciudad de “acogida integral”.
¿Qué es Harrera auzoak?
Harrera auzoak es una dinámica popular autogestionada y autoorganizada por las personas que tienen como objetivo que Bilbao se convierta en una ciudad de acogida integral. Es una red de gente disconforme con la actuación que han tenido las instituciones hacia las personas migrantes que están llegando desde el sur de España, a las cuales se les están vulnerando los derechos humanos básicos y universales, tales como el derecho a asilo o el derecho a desarrollar una vida digna, ya que sus necesidades vitales no están siendo cubiertas por las políticas instituciones puestas en práctica.
La acogida integral que realizamos es de carácter político desde una perspectiva desobediente hacia las políticas que tanto PNV como PSE están desarrollando en la CAV, las cuales vulneran los derechos humanos y, desde ese punto de partida, entendemos la acogida de carácter político como una forma de presión a las instituciones, haciendo hincapié en la sensibilización social para aumentar la conciencia popular hacia la dejación por parte de las instituciones de sus responsabilidades políticas.
¿Cómo se organiza esta red de solidaridad entre barrios?
La red se organiza a través de asambleas barriales. Todas las decisiones las tomamos en colectivo ya que, al ser un movimiento tan heterogéneo, vemos imprescindible ir desarrollando el proyecto a través de las diferentes voces y opiniones de la gente que participamos en el mismo.
Las asambleas que realizamos son para organizar la acogida integral, partimos de la experiencia acumulada, y esa experiencia nos da la capacidad de realizar autocrítica hacia el trabajo de solidaridad política que estamos realizando.
En la última asamblea realizada en Karmela nos reunimos 80 per
sonas para hablar sobre temas tan diversos como acciones de denuncia a desarrollar, organización de los diversos turnos que son necesarios para afianzar la dinámica, sobre cómo acompañar a las migrantes a los servicios de salud o demandas de asilo…
¿Qué habría sido de estos más de 100 migrantes si no se hu
biera producido esta respuesta popular?
La respuesta es clara y contundente: estarían como muchas otras están en Bilbo, durmiendo en la calle, sin poder acceder a los servicios de salud ni ir aprendiendo Euskera o castellano.
Tenemos claro que no queremos hacer nuestras las obligaciones ni responsabilidades políticas que las diferentes administraciones tienen hacia los derechos humanos universales, pero visto la falta de voluntad política, el cierre de espacios físicos para dormir o de los mecanismos de acogida gracias a una política errónea, el movimiento popular ha sido capaz de materializar dos objetivos que tenemos claros: nadie debe de ser ilegal en Euskal Herria, y que Bilbo debe convertirse en una ciudad de acogida integral.
¿Por qué tardan tanto en actuar las instituciones en estos asuntos?
No es que tarden en actuar, sino que no quieren intervenir en una realidad concreta. Ongi Etorri Errefuxiatuak lleva meses denunciando que los dispositivos de emergencia están colapsados y CEAR lleva pidiendo desde hace varios meses un espacio de acogida integral para las demandantes de asilo. Todo esto antes del 28 de junio, día en que pusimos en marcha la acogida política.
Bilbo ha sido galardonada con el premio de la mejor ciudad europea y hace unos meses desde el ayuntamiento se decretó que Bilbao fuera la ciudad de los valores que tenían como centro de gravedad los derechos humanos. Vemos que las responsables políticas repiten constantemente palabras tan bonitas como “derechos”, “valores”, “universalismos”… pero, detrás de esas palabras, la práctica política que encontramos es la desatención, el pasotismo, la desinformación mediática, la dejación de sus funciones y el cierre de espacios donde las personas migrantes han estado durmiendo durante largo tiempo.
¿Qué propuestas ofrecéis desde Harrera auzoak?
Si nuestra reivindicación es que Bilbo se convierta en una ciudad de acogida integral, estamos desarrollando lo que PNV y PSE deberían de realizar a nivel institucional desde la autoorganización popular, a través de militantes políticos y compañeras voluntarias.
¿Qué servicios ofrecéis a los migrantes?
Intentamos dar una respuesta integral a las necesidades vitales que tiene todo ser humano, empezando por la alimentación y el espacio para dormir, siguiendo por el aprendizaje de idiomas necesarios para poder desarrollar la vida en el entorno social en la que vive, y acompañándoles a los centros de salud, a la policía para demandar el derecho al asilo, a la cruz roja para aquellas personas que han subido en autobuses de la cruz roja pero una vez llegados a Bilbao esa ONG no les ha acogido, no podemos generalizar pero todas las semanas se repiten estos casos.
¿Cómo puede colaborar la gente del barrio?
Las formas de colaboración son amplias y muy diversas, y cada cual puede encontrar el espacio en el que mas cómodo se puede sentir para participar en la dinámica de acogida comunitaria. Como hemos comentado, funcionamos a través de asambleas, pero también mucho por redes sociales. Aun así, a partir de las 18:30 h. las puertas de Karmela están abiertas para todo aquel que quiera compartir su tiempo escuchando las diversas experiencias del camino realizado hasta llegar a Euskal Herria por parte de las compañeras migrantes.
¿Cuánto tiempo estarán estas personas en Karmela y qué pasará después?
Lo tenemos que decidir con la asamblea de Karmela. ¿Después? Se están barajando diferentes opciones, pero tenemos claro que es la hora de dar un paso cualitativo en nuestra dinámica política. Ya veremos como se plasma eso en la práctica.
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