Juan Antonio. Cantante
SANTUTXU Y MÁS
Viviendo un cuento de hadas
Si a Juan Antonio le dicen hace un año que iba a estar cantando con grandes estrellas de la música y llenando estadios de más de 20.000 espectadores, seguramente diría que eso era una locura. Pero, al estilo de Cenicienta, este joven de Otxarkoaga está viviendo su particular cuento de hadas después de haber tenido la oportunidad de entrar en Operación Triunfo. Juan Antonio estuvo tres semanas en la academia, 21 días que le han cambiado la vida y que han servido para descubrir otro gran artista del barrio. Nos reunimos con él en Santutxu.
Para comenzar, cuéntanos quién es Juan Antonio
Pues soy un chaval al que siempre le ha gustado la música y siempre ha querido cantar. Yo cantaba en la iglesia y eso despertó en mí las ganas de seguir por ese camino. Estaba estudiando y haciendo un curso de electricista, pero quería hacer integración social porque, en un momento dado, me di cuenta de que electricista no quería ser. Justo cuando iba a empezar el curso fue cuando me enteré de lo de los casting de OT y no me lo pensé, hice la larga cola que había que hacer para las pruebas y conseguí entrar en el programa.
Aparte de en la iglesia, ¿no habías cantado nunca antes?
No, y además es diferente porque en la iglesia la gente está rezando y no te está prestando atención, y en el programa hay muchos focos, cámaras, un montón de gente gritando…
¿Cómo fue el casting?
Pues imagínate. Tienes delante un jurado súper profesional y gente como Noemí Galera, es un poco frío todo pero, cuando pasas, sientes tantísimas cosas que es para vivirlo, es un proceso muy largo donde pasas muchos nervios y pena porque ves que se va gente con la que habías creado muy buen rollo mientras que tú sigues… son un montón de sentimientos encontrados. Yo, cuando hice el casting, no dije nada a nadie pero cuando pasé la segunda fase ya se lo dije a todos.
Cuando hiciste la prueba, ¿tú sabías si habías pasado?
Yo no lo tenía claro, pero mis compañeros me decían que iba a entrar porque era el único en mi estilo, ya que soy muy versátil y te puedo cantar lo mismo un blues o una balada que algo flamenco y en el casting quise demostrar todo eso.
¿Ibas aconsejado por alguien?
No, era el primer casting al que iba en mi vida con 23 años y fue una locura, porque veías un montón de gente con preparación de conservatorio, dando clases desde que eran niños… ¡increíble!
¿Cómo recibió tu familia la noticia de tu entrada en la academia?
Estaban todos muy contentos, fueron al programa “La Kapital” con Sergio Ovejero y Joseba para apoyarme… ha sido todo increíble, porque lo han vivido muy cerca; cuando volví, se juntó toda la familia a modo de homenaje y fiesta de bienvenida, para demostrarme que estaban orgullosos de mí y que, pasara lo que pasara, siempre me iban a apoyar. Pero, entre todos, mi hermano pequeño es el que más seguro tenía que iba a entrar en el programa y el que más fuerza me dio, porque los demás me apoyaban y creían en mí, pero a lo mejor tenían miedo de que me desilusionara si no lo conseguía.
Me hablabas de “La Kapital” y del apoyo que te ha dado la gente de TeleBilbao…
Sí. Tengo que dar las gracias a Joseba, Sergio, Ibai… a toda la gente de TeleBilbao, porque el trato que tienen conmigo ha sido muy especial y es una gozada haber vivido esto con ellos.
¿Cuáles eran tus ídolos musicales antes de entrar en OT?
Tengo muchos y muy diferentes: me chiflan Beyoncé y Christina Aguilera, pero también me gustan mucho Vanessa Martín, Manuel Carrasco, Alejandro Sanz, Niña Pastori, Pastora Soler, Andrés Suarez… me apasiona la música negra, el pop español y el flamenco, pero realmente escucho de todo.
Supongo que también será impresionante estar delante de gente tan importante como los miembros del jurado de OT…
Yo soy muy fan de Mónica Naranjo desde que tengo uso de razón y, para mí, es la diva de España, es lo más que tenemos, y es muy guay tenerla escuchándote y apoyándote. También es genial tener productores con la experiencia de Joe Pérez o Manuel Martos, y nunca había imaginado tener a esa gente escuchándome y valorando lo que yo hago. Al final todo es impresionante porque, aunque sólo estuve 21 días dentro de la academia, como ya decía en el casting, sólo entrar allí ya era un sueño; poder vivir esto y saber que es OT en mis carnes… eso es el mejor regalo que me ha hecho la vida.
¿Qué tal ha sido la relación con tus compañeros?
Eso es lo mejor que me ha pasado, he aprendido mucho a convivir con la gente y eso es lo que me llevo; me llevo muy bien con todos y los quiero un montón pero, si te tengo que decir quiénes son mis amigos o a quién abriría el corazón sin miedo me quedaría con Raúl, Mireia, Roy y Miriam.
¿Seguías las anteriores ediciones de OT?
Recuerdo muchas cosas, sobre todo, de la primera edición, hay recuerdos que tengo clarísimos que nunca se me olvidarán, como la actuación de Natalia y Alex cantando una de Ricky Martin, la canción “Sueña” con Chenoa y Rosa con aquel vestido morado de terciopelo, o cuando cantó Rosa con Bisbal… tengo imágenes clarísimas de todas esas cosas. De las siguientes ediciones menos pero también los seguía.
¿Qué es lo mejor que has sacado de esta experiencia?
El aprendizaje porque, aunque sólo he estado 21 días allí, es una locura, te enseñan muchas cosas y el aprendizaje es constante y diario; desde la mañana te despiertan con música y ya no paras de hacer cosas en todo el día y, quieras que no, vas aprendiendo de la mano de los grandes profesionales que hay allí. También es importante el respeto que te da saber que el público te sigue y que quiere escucharte y no puedes decepcionarles y por eso te esfuerzas todavía más.
¿Cuáles son tus proyectos de futuro?
Tengo claro que me gustaría seguir dedicándome a la música, haciendo un pop diferente a lo de siempre, con toques de R&B y flamenco…algo más actual. Me gustaría componer y si, al final no pudiera cantarlas yo, me encantaría hacer canciones, aunque fueran para otros… con dejar algo de mí en la música sería feliz. Pero, hablando de proyectos a corto plazo, el 3 de marzo tenemos el concierto en el Palau Sant Jordi donde entran 21.000 personas y las entradas se están agotando como en el concierto de Madrid en Vistalegre del día 16, y luego haremos más conciertos por toda España.
¿Estamos viviendo una nueva fiebre de OT?
Yo pienso que sí; las firmas, por ejemplo, están siendo una locura, en Zaragoza vinieron 3.000 personas y se quedaron sin firmar no sé cuantas, y la gente no se marchaba del hotel en todo el día esperando para sacarse fotos con nosotros. Es algo que está guay porque ves tu trabajo recompensado pero, a la vez, yo hace un par de meses era un crío que estaba en mi casa y ahora, que vayas a un hotel y no puedas salir porque te dicen que puedes provocar una avalancha… ¡es increíble!
¿Tú has sido alguna vez así de fan?
Yo he sido fan, pero no tanto. Nunca me he quedado cinco o seis horas mojándome y sin comer por estar con nadie… pero en esas cosas ves la responsabilidad que tienes con esa gente que hace tantos esfuerzos por nosotros.
Pongámonos a soñar, ¿con quién te gustaría cantar algún día?
Pues ya de pedir, pedir bien: con el maestro Alejandro Sanz sería una locura en el próximo “Más es más”. Mi madre viendo aquel concierto decía “Ojalá mi hijo pueda hacer eso algún día…” y yo le decía “¡como se nota que eres mi madre!” (risas); pero, si no lo piensa ella… ¿quién lo va a pensar?
¿Pensabas alguna vez que un chaval de barrio como tú podía llegar tan arriba?
Eso pensaba yo el otro día cuando me veía en la entrada de los premios Feroz, saliendo del coche, pasando por la alfombra roja… sólo podía decir “Mira donde ha llegado uno de Otxarkoaga” (risas). Pero yo estoy muy orgulloso de ser de donde soy y, de hecho, hay una anécdota de cómo se enteró la gente de que yo era de Bilbao: cuando llegamos estábamos gente de todos lados y los catalanes se juntaban entre ellos, los gallegos lo mismo y cada uno, como es lógico, hablaba en su lengua y yo, como amo el euskera, me puse a cantar “Ilargia” de Ken 7 y se quedaron todos flipando porque, por mi aspecto, pensaban que era del sur.
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