… Así rezaba la canción que la afición coreaba en los partidos del Athletic allá por los años 60, a raíz de la descomunal actuación del portero en la final de copa que el equipo perdió en 1966. El pasado mes, José Ángel Iribar, el mítico “Txopo”, recibía en Santutxu el trofeo anual de la Peña Itzalan taldea. Por ese motivo, hemos querido hablar con esta auténtica leyenda del Athletic, que nos ha recibido amablemente en Ibaigane para charlar sobre pasado, presente y futuro y que también ha tenido un recuerdo para el centenario club de nuestro barrio, al que ha querido felicitar desde estas páginas, igual que ya lo hizo en persona a principios de año.
Recientemente has recibido el XII PREMIO ITZALAN SARIA de la Peña Itzalan taldea. ¿Todavía sigue haciendo ilusión recibir premios después de tantos años?
Claro que hace ilusión. Son 55 años metido en este maravilloso mundo del fútbol pero estoy muy contento, y para mí es un honor recibir este premio al sentimiento; creo que estos premios son para compartir con todos, porque el Athletic es fundamentalmente eso: sentimiento. Todos hemos crecido en familias que nos han inculcado eso en el ADN y por eso pienso que estos reconocimientos son para todos los que sienten el Athletic.
¿Te consideras una leyenda?
¡Qué va! Yo no me considero más que un hombre que ha elegido ser futbolista, que ha tenido la suerte de jugar muchos años en el Athletic y en la selección y ha disfrutado con ello. Soy un privilegiado por poder trabajar en algo que me gusta, y todas esas leyendas y mitos las dejo para el aficionado y para que cada uno diga lo que le parezca. Por mi parte, yo he intentado siempre ser un buen futbolista y me he dedicado de lleno a ello, y ver que hay gente que ha disfrutado con esto es un honor porque no sólo juegas para ti, sino también para el club y para el aficionado, y eso es lo que más te agrada.
Me hablabas del sentimiento Athletic que todos en Bizkaia llevamos en el ADN, pero tu caso es curioso porque eres de Zarautz…
Pues sí, eso es porque cuando yo empecé a mamar el fútbol, el equipo vasco era el Athletic, que era el que jugaba en primera división, ya que todos los demás no estaban todavía consolidados, no es como ahora que tenemos un montón de equipos en la élite. La familia también era del Athletic y se vivía mucho lo que hacía aquel equipo de Zarra, Gainza, Panizo… aquello era el pan de cada día en las conversaciones familiares y con amigos.
¿Qué sentiste cuando te llaman para empezar a jugar con el Athletic?
Yo vine a jugar en el Baskonia y ahí fue donde se fijaron varios equipos en mí. En aquel momento tuve bastantes ofertas, pero mi equipo era el Athletic, así que cuando vinieron a por mí, lo tuve claro. Hubo algún problema de dinero entre los clubes pero al final llegué aquí y me acuerdo que el Athletic tuvo que pagar un millón de pesetas que, en aquella época, era un dineral.
¿Cuánto crees que costaría fichar a Iribar ahora mismo?
Ni me lo planteo. Yo siempre, cuando hablo con Txetxu Rojo y con los demás compañeros que jugamos en aquella época, siempre recordamos lo mismo, que nosotros lo que queríamos era jugar en el Athletic y sabíamos que así podíamos tener un buen sueldo y hacer una carrera. Lo único que pensábamos es que estábamos en un gran equipo con una gran afición y lo otro ya llegaría porque sabíamos que jugando ya teníamos nuestro sueldo asegurado y no necesitábamos más.
Hablando de eso, ¿Te imaginaste alguna vez como iba a dispararse todo este tema del dinero en el fútbol?
Eso ha ido in crescendo poco a poco, pero yo creo que esto es demasiado, las cifras que se manejan me parecen hasta inmorales. Es una pasada como se ha disparado todo, pero como dicen que estamos en un mercado libre, parece que todo está permitido. La verdad es que sí me sorprende el nivel al que se ha llegado.
Supongo que, en su momento, tú también tendrías jugosas ofertas para irte a otros equipos, ¿entiendes a los chavales que, por dinero, se van del Athletic a otros clubes?
Siempre hay que respetar a todo el mundo porque cada uno es cada uno y tiene derecho a hacer lo que quiera. En nuestra época, los contratos y las condiciones eran diferentes. Sí es cierto que yo tuve ofertas de otros equipos, pero siempre dejé claro que yo estaba en el club que quería y siempre dije que quería acabar en el Athletic, por lo que tampoco insistieron mucho.
¿Crees que ha mejorado el fútbol desde que tú jugabas?
Hay cosas que sí; en cuanto a medicina, por ejemplo, todo ha mejorado mucho y eso es bueno porque los jugadores se recuperan más rápido de las lesiones. Ha cambiado también la forma de jugar, se rasea más el juego porque los campos son mejores y antes había que hacer un juego más directo. Lo único que no ha cambiado es la forma de gestionar el club en el Athletic, que es el único club de élite en el mundo que sigue manteniendo su filosofía.
¿Te gusta el fútbol de hoy en día?
Sí, porque me gusta el fútbol. Me quedo con muchísimos detalles del fútbol de hoy en día: los materiales que se utilizan, la velocidad, hay que jugar muy rápido… los equipos también están más preparados tácticamente y, en ese sentido, es más difícil desbordar o destacar. A mí me gustan mucho todas las épocas pero quizá me quedo con el fútbol de antes, aunque fuera más lento, porque eran partidos más abiertos y había más posibilidades de abrir brecha en las defensas rivales.
¿Y qué te parece todo lo que rodea al fútbol a nivel mediático? ¿Crees que puede influir en los chavales que empiezan a jugar?
Los chavales lo que tienen que hacer es disfrutar del juego sin obsesionarse; también tienen que saber disfrutar y tener claro que esto es un juego colectivo. De ahí a un exceso de presión en el entorno como hay en determinados clubes… eso es lo que no puede ser, y no es bueno para los chavales. Por eso creo que, a esas edades, son más importantes los formadores que los entrenadores.
¿Cuál es el mejor recuerdo que tienes jugando en el Athletic?
Futbolísticamente disfruté muchísimo del 69 al 71 con Ronnie Allen como entrenador y luego también tuvimos unas temporadas muy buenas con Koldo Aguirre, que disfrutamos muchísimo, tanto equipo como afición, con las finales de la copa, cuando quedamos terceros en liga… había jugadores brillantes, y se hacían muchos goles. También ha habido momentos peores cuando el equipo ha estado en dificultades, pero al final siempre hemos salido adelante gracias a la unidad.
Buen consejo ese de la unidad para la situación actual que está viviendo el equipo ¿no?
Pues sí. Ahora hay que ir partido a partido y tener la confianza de que este equipo, si quiere, puede salir de esta situación complicada. Siempre que hemos estado juntos equipo y afición hemos sido temibles, sobre todo en San Mamés y ese es el camino a seguir porque la unión hace la fuerza.
A lo largo de tu carrera has jugado con grandísimos jugadores, ¿de cuál guardas mejor recuerdo?
Date cuenta de que yo he jugado con varias generaciones de grandes jugadores del Athletic empezando por los Artetxe, Karmelo y luego la generación de Argote, Sarabia, Goikoetxea, Rojo… así que me parecería injusto nombrar solo a un compañero. De los contrarios, es un privilegio poder haber jugado contra ídolos como Yashin o Gordon Banks, o contra jugadores que marcaron la diferencia como Di Stefano, Puskas, Amancio, Pirri, Kubala, Cruyff…
¿Y cuáles te incordiaron más?
Pues recuerdo a George Best, Bobby Charlton, Beckenbauer… esos tenían la obligación de incordiarme en el área, pero a mí me gustaba mucho jugar contra estos fenómenos, que son jugadores muy importantes y que han marcado época.
Aparte de jugador también has entrenado, sobre todo, en categorías inferiores. ¿Te gusta también esta faceta de entrenador?
Siempre he entrenado a cadetes y porteros, aparte de los cinco años que estuve en el Bilbao Athletic y el año que estuve con el primer equipo. Me gusta entrenar pero, sobre todo, con un sentido más pedagógico, cogiendo a los chavales desde la base. Si te gustaba y tenías condiciones, era bueno que jugadores que teníamos cierto renombre entrenáramos a los chavales para motivar a la cantera.
El Santutxu F. C. ha celebrado su centenario este 2018. ¿Cuál crees que es la clave para que un club de barrio aguante tantos años?
Yo creo que el fútbol es un deporte atractivo que engancha y, si trabajas bien la base, es un deporte que tiene muchos beneficios y trabaja muchos valores. Pero para que eso funcione y dure, ahí tiene que haber una gente que, de manera voluntaria, quiera estar ahí entrenando y mimando esa cantera. Es un lujo tener un equipo de barrio que siempre ha estado en la élite y tiene mucho mérito mantenerse ahí, en Tercera, así que, como ya les dije a Mitxelo y compañía: Zorionak!!!
La Peña Itzalan Taldea entregó el pasado mes su premio anual a José Ángel Iribar “el txopo”. Este premio se concede desde 2007 y reconoce a personas vinculadas con el Athletic, que demuestran su sentimiento rojiblanco y el amor al club. Estos son los doce galardonados con el Itzalan Saria hasta el momento:
2008 Patxi Alonso
2009 J.A. Nielfa ‘La Otxoa’
2010 Joseba Etxeberria
2011 Julián López
2012 Manolo Delgado Meco
2013 Julen Guerrero
2014 Carlos Gurpegui
2015 Eduardo Iturralde González
2016 Athletic Club Femenino
2017 Jon Rahm
2018 Jose Angel Iribar
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