40 años trabajando en el barrio y para el barrio
En este año de celebraciones para el barrio, la Asociación de comerciantes de Santutxu conmemora su 40 aniversario. Cuatro décadas de historia que comenzaba incluso antes, ya que los pioneros de esta agrupación empezaron a trabajar en los últimos años de la dictadura, en una época en la que no era fácil crear una asociación de este tipo. Por suerte, la agrupación pudo salir adelante y seguir en activo hasta hoy, trabajando en el barrio y por el barrio. Para saber más sobre la historia de la Asociación de comerciantes de Santutxu hemos hablado con Begoña de la Cruz, la actual presidenta.
¿Por qué se crea la Agrupación de comerciantes de Santutxu?
Para entender esto hay que explicar que el comercio fue una respuesta a una necesidad real que había en aquella época, ya que cuando llegó la inmigración al barrio, poco a poco fueron desapareciendo los chalets y los conventos y se empezaron a construir muchas viviendas, por lo que Santutxu creció mucho y, como había tantas lonjas, se empezaron a crear nuevos comercios.
Y en tu caso, ¿cómo empiezas en la librería?
Yo nací en la maternidad y he vivido toda mi vida en Solokoetxe y Santutxu y en 1973 me empecé a ocupar de una librería que tenía mi cuñado por hacerle un favor. En aquel momento tenía a mi hijo de 2 años y la hija de 7 pero tenía a mis padres, lo que me permitía poder ocuparme de la librería que aún sigue en activo.
¿Cuáles fueron los primeros pasos de la Agrupación?
Pues, como te contaba antes, era un momento en el que había mucho comercio, y, sobre 1974, nos juntamos un grupo de amigos comerciantes con la idea de crear una asociación, siguiendo el ejemplo del Casco Viejo que fue la primera agrupación de este tipo que hubo en Bilbao.
Supongo que en los primeros tiempos no sería fácil llevar a cabo una iniciativa de este tipo…
Sí. Eran tiempos difíciles porque todavía estaba Franco vivo y no se permitían las reuniones de más de 4 ó 5 personas; nosotros íbamos con los papeles por los comercios y la gente nos decía “Tened cuidado que os van a detener porque van a pensar que es propaganda”
¿Y cómo os recibían en los locales?
Al principio, cuando aparecíamos en los locales con los papeles, les extrañaba y nos decían que éramos muy valientes por lo que estábamos haciendo, pero la verdad es que nos recibían muy bien.
Oficialmente la Agrupación se creó en 1978, pero por lo que veo, ya empezabais a hacer cosas antes de ese año…
Eso es. En el año 76 no teníamos ni un local para reunirnos, pero en esa época Juan Nieto, que estaba de director del Banco de Bilbao, nos ofreció un espacio en los sótanos del banco para juntarnos. Allí nos reuníamos hasta que fuimos a la entreplanta de Médico Antonio Eguiluz sin estar todavía creada la asociación, algo que pasó en marzo de 1978 porque hasta entonces no nos daban los permisos.
¿Cuáles fueron las primeras acciones que llevasteis a cabo como asociación?
Pues lo primero que hicimos fue elegir los cargos de la junta: presidente, gerente, secretaria… allí trabajábamos todos sin ganar un duro y te lo aseguro porque yo estuve muchos años llevando la tesorería. La verdad es que nos juntamos un grupo muy majo y en aquellos tiempos hacíamos excursiones, como la final del Athletic y más actividades como campeonatos de mus, cenas… De las primeras acciones que recuerdo fue cuando bajamos al ayuntamiento a pedir al alcalde Castañares que pusiera semáforos en la calle Santutxu; a pesar de que eran tiempos duros, ya que no había dinero después de la dictadura, nos puso los semáforos porque, tal y como dijo “es la primera vez que viene alguien de mi barrio a pedirme algo”.
Por lo tanto, aparte de ser una agrupación de comerciantes, también ejercéis como una asociación de vecinos en ciertos ámbitos…
Así es. Cuando se creó, entramos en el consejo de distrito junto a otras asociaciones de todo tipo y estamos para realizar acciones tanto en el área de cultura como en la de urbanismo…
Supongo que, a vosotros los comerciantes, os afectarían más que a nadie las diferentes épocas de crisis que se han vivido en estos más de 40 años…
Pues sí; el gran problema que tenemos los comerciantes de barrio es que, en la mayoría de los comercios, estábamos sólo una persona trabajando y teníamos que estar toda la semana atendiendo el negocio; y luego llegó el gran problema cuando los comercios empezaron a tirar los precios y a hacer competencia desleal.
¿Y cómo os afectó la llegada de los grandes centros comerciales?
Mira, sobre 1985 estuvimos con el alcalde de Baiona, el presidente de la diputación y el delegado de comercio de Francia y ya entonces nos advirtieron de que no dejáramos entrar a los supermercados y centros comerciales, porque aquí en Santutxu sólo había tiendas de ultramarinos; pero nosotros les dijimos que no podíamos hacer nada porque dependíamos del ayuntamiento de Bilbao y de unas leyes de comercio que vienen de Madrid, como la que da permiso para abrir en domingo, cosa que en Santutxu nunca hemos querido hacer.
¿Cuántos asociados tenéis en la actualidad?
Ahora estamos sobre los 150, pero en los buenos tiempos en los años 90, hemos llegado a ser más de 300 asociados.
¿Qué actividades realizáis durante el año?
Pues, a diferencia de otras asociaciones, lo que hacemos es todo cultural, como la feria del libro que hacemos en abril para dar a conocer a los autores del barrio; en muy poco tiempo ha crecido mucho, ya que empezamos con dos carpas y este año hemos puesto ocho. También hacemos la recogida de las cartas de los Reyes magos el 5 de enero, la paella solidaria que hacemos todos los años junto a Santutxu gure auzoa y la peña El bombín, la chocolatada de Santo Tomás, el concurso de escaparates, la sanjuanada, el día del Carmen, el black Friday, Santutxu stock a final de temporada, vales de compra… y más cosas que seguramente se me olvidan.
¿Qué sector comercial abunda más en la Asociación?
Yo creo que las tiendas de ropa y los que menos los bares, que son nuestro gran caballo de batalla.
¿Cómo ves el futuro del comercio y la asociación?
Bueno, pues creo que el comercio, igual que casi todo, está complicado pero se ve que hay savia nueva y las juntas se van renovando, algo que es difícil porque no es sencillo encontrar gente que quiera perder tiempo de su trabajo o de su familia para meterse en la junta, ir a las reuniones… es muy duro.
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